El sudeste asiático es ahora una región importante para el desarrollo de vehículos eléctricos.
Muchos países apoyan los vehículos eléctricos con la esperanza de reducir la contaminación del aire y las emisiones de dióxido de carbono para proteger el medio ambiente.
Los vehículos eléctricos son más silenciosos que los de gasolina y no producen gases de escape, lo que es mejor para la calidad del aire en las ciudades.
Las marcas chinas de vehículos eléctricos son muy populares en el sudeste asiático y han construido fábricas locales, creando oportunidades de empleo.
Las baterías de los vehículos eléctricos necesitan níquel, y Indonesia tiene muchas minas de níquel.
Sin embargo, la minería de níquel destruye bosques y fuentes de agua, y afecta la vida de las personas locales.
Algunos pescadores tienen menos peces debido a la contaminación del agua, lo que dificulta su vida.
Algunos niños ya no quieren cultivar y quieren trabajar en fábricas más pronto.
Aunque los vehículos eléctricos tienen muchos beneficios, también traen algunos problemas ambientales y sociales.
Todos esperan que, al desarrollar vehículos eléctricos, también se protejan bien la naturaleza y las comunidades.