En los últimos años, Indonesia ha desarrollado mucha infraestructura, como la construcción de carreteras y puentes, facilitando el transporte de personas y mercancías.
El gobierno no solo apoya la economía de mercado, sino que también valora el bienestar social, como proporcionar comidas gratuitas para estudiantes y mujeres embarazadas, ayudar a pequeños agricultores a reducir sus deudas y abrir internados para niños pobres.
Indonesia también fomenta la producción local, reduciendo la dependencia de la exportación de materias primas, con la esperanza de hacer al país más rico mediante la industrialización.
Aunque todavía hay muchos desafíos, como la necesidad de más innovación y desarrollo tecnológico, Indonesia está trabajando duro para avanzar tanto en la economía como en la sociedad.