El informe dice que China tiene muchos problemas con el trabajo forzado y la trata de personas, especialmente en Xinjiang y otras regiones, donde algunas minorías étnicas son obligadas a trabajar.
El informe también señala que el gobierno chino no ha tomado suficientes medidas para proteger a las víctimas ni para combatir eficazmente estos delitos.
En contraste, Taiwán ha sido reconocido durante años por hacerlo bien, ya que su gobierno se esfuerza por proteger a las víctimas y castigar a los delincuentes.